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sábado, 31 de mayo de 2014

La creación de Frankenstein

La autora:

Mary Shelley fué una novelista británica, nacida en 1797 y casada con el también narrador y filósofo Percy Shelley.
Su mayor obra es Frankenstein, escrita y publicada en los años 1815 a 1817. Su novela es considerada uno de los primeros ejemplares del género terror gótico.


¿Cómo se originó la obra?


Durante el frío verano de 1815, Mary Shelley y su esposo Percy Shelley hacen una visita a su amigo Lord Byron, que residía en Suiza. Éste a modo de desafío reta a los Shelley y a su medico personal John Polidori a componer cada uno una novela de terror. 

Polidori es quien logra completar su relato y ganar el desafío; aunque Mary no resulta vencedora, logra concebir una idea que sería el inicio de la excelente novela que es Frankenstein.
Existen tres ediciones de esta obra: La original de 1817, la modificada de 1818 con la ayuda de Percy Shelley y la reescrita en 1831.
Existen teorías acerca de que Mary Shelley se habría inspirado en la vida de su contemporáneo, el científico Amateur Andrew Crosse, ya que éste solía experimentar con cadáveres y electricidad. 
Crosse además, tiene un gran parecido al Dr. Frankenstein, ya que cuando en 1807 hace pública la aparición de insectos capaces de valerse por si mismos, a partir de un experimento que realizó aplicando "electro - cristalización" en materias inertes, fué malinterpretado y se llegó a pensar que él había afirmado la creación de vida a partir de materia inerte.
Un concenso científico ese mismo año, junto con Crosse, llega a la conclusión de que las muestras que el científico utilizó en su experimento estaban posiblemente contaminadas con huevos de insectos, que luego, habían eclosionado.
A pesar de esto, Amateur fué víctima de fuertes cartas, en las que se le acusaba de blasfemias o incluso de intentar ocupar el lugar de Dios en la creación. La iglesia y campesinos de los alrededores lo ven como una amenaza y por solicitud de la Fina Corte, se ve obligado a acceder a que se le realice un exorcismo, pero no tan solo a él, sino que a su casa e instrumentos de trabajo también.
Esta experiencia tiene similitud con lo narrado en Frankenstein y aún no se puede confirmar o negar su rol en la obra de Shelley.



En nuestra próxima entrada pondremos en práctica el concepto de intertextualidad con los textos "Frankenstein" y "El Golem".

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